22 abril 2021

Autoliderazgo, el verdadero modelo que nos presenta la era Covid por Daniel Benjumea

Autoliderazgo

Lo queramos o no lo queramos hay algunas dinámicas sociales y comportamentales que han cambiado. Han cambiado de forma obligada y nos han generado un cambio evolutivo que más allá de simples cambios de conducta, horarios o modos de trabajar, hace que “todos sintamos que la vida no es la misma”. Los cambios a los que nos estamos enfrentando han generado una mayor separación interpersonal no solamente física, sino también emocional.

 

De un tiempo a esta parte, vengo desarrollando programas de formación y actividades de coaching más relacionadas con generar una adaptabilidad hacia las nuevas circunstancias motivadas por la pandemia del Covid, que por el hecho en sí de buscar un desarrollo y mejora continua en procesos y personas. Quiero decir con esto que actualmente en la sociedad se necesita trabajar más, en la toma de conciencia, adaptación y consolidación de los nuevos modelos organizacionales que en el avance propiamente dicho. No pretendamos correr antes de saber andar en estas nuevas circunstancias.

 

Autoliderazgo, el verdadero modelo que nos presenta la era Covid

 

De un año a esta parte, diversas organizaciones y particulares, solicitan mi asesoramiento y formación para poder provocar cambios de cultura, mejorar sus modelos productivos de liderazgo y aprender a gestionar el estrés de sus trabajadores. El estrés y muchos malos hábitos higiénicos se han ido instaurando y creciendo casi sin darnos cuenta debido al teletrabajo y la situación actual que vivimos.

 

La base y el punto de partida de este momento de inflexión mundial que estamos viviendo, está motivado principalmente por el cambio tan drástico que ha supuesto para gran parte de la población, el hecho de cambiar de trabajar en una oficina física a tener que trabajar desde su casa de forma aislada y frente a una pantalla.

 

Trabajar en una oficina no solamente ofrece la posibilidad de poder interactuar con diferentes partner y clientes, sino que además en el ejercicio del liderazgo, confluyen una serie de patrones que ofrecen a los miembros del Staff una sensación de seguridad necesaria para el aporte de tranquilidad y estabilidad.

 

Todos los modelos de liderazgo aprendidos bajo el paraguas de la historia del ser humano se    diluyen y pierden fuerza cuando no existe esa capacidad de interactuar o llegar a la persona y sus   emociones en el entorno laboral de forma física.

 

Esta situación lo que nos pone delante es precisamente lo que en realidad debería ser un continuum de madurez en el ser humano, el autoliderazgo. El modelo que realmente resulta productivo, adaptativo y supone una evolución como individuos y sociedad es precisamente el autoliderazgo. El gran    problema al que nos enfrentamos es que gran parte de la sociedad, no sabe como empezar a desarrollar su propio autoliderazgo.

 

Pensemos en algo tan   sencillo como el hecho de teletrabajar. Este acto productivo que por un lado tiene grandes ventajas y dota al colaborador de una gran libertad, puede ser un gran problema si el propio trabajador no sabe gestionar su tiempo, no regula sus tiempos de descanso y trabajo, no adquiere hábitos saludables, trabaja en un espacio compartido, no sabe manejar ciertas herramientas o simplemente no cuida de su salud y ergonomía como hacía la empresa en   su puesto habitual.

 

Lejos de los resultados que despejan los números con respecto al aumento de la productividad debido al teletrabajo, aparecen otros números alarmantes como son el aumento del estrés mayor aumento de la obesidad y mayores dolencias físicas a demás de trastornos del sueño.

 

Por  lo tanto, si analizamos todo esto de forma contextual nos daremos cuenta de que los modelos tradicionales de liderazgo quedan en un espacio neutral en una época de cambio sustancial en la que vamos más, hacia el liderazgo líquido de Bauman.

 

Para poder dar respuesta a las necesidades de liderazgo social a las que nos enfrentamos, desde el mundo organizacional y las empresas, debemos ofrecer diferentes áreas de desarrollo para el colaborador atendiendo por lo tanto no a sus necesidades de ser liderado sino a su necesidad de autoliderarse.

 

De esta forma, las empresas y organizaciones ya vienen realizando diferentes acciones encaminadas a resolver los problemas que esto está generando como por ejemplo ofrecer a sus empleados descuentos en gimnasios o aplicaciones para Smartphone que vayan enfocadas a aportarles herramientas para mejorar en su salud.

 

Estas acciones que podrían entenderse como una solución en si mismas no lo son, en realidad, ya que actúan sobre la punta del iceberg y el problema ya creado. La solución radica principalmente en dotar al empleado de herramientas, formación y recursos de aprendizaje para que adquiera conocimientos y descubra su propio autoliderazgo de tal forma que, desde este, pueda adquirir las nuevas competencias de autogestión que le permitan   desarrollar su trabajo de una forma mucho efectiva.

 

En otros momentos de la historia se diría aquello de que el Staff de una organización es el reflejo del liderazgo que se ejerce en esta por parte de sus principales directores, pero actualmente el paradigma radica en que el liderazgo de una organización es la suma del autoliderazgo de todos sus componentes humanos, canalizado y orientado a través de una misión y visión compartida.

 

Es evidente que las nuevas competencias digitales y el adiestramiento, formación y capacitación en estas, adquieren una gran relevancia, pero nunca olvidemos que lo que también está sufriendo una gran transformación es nuestro propio cerebro, nuestra forma de tomar de decisiones, nuestra forma de percibir y ver la realidad y por lo tanto nuestra propia evolución como especie. Esto ya se vio y debatió en el último ®Foro Económico Mundial (FORO DAVOS)

 

Para aprender a autoliderarnos debemos trabajar sobre modelos de pensamiento, creencias, conductas y procesos cognitivos, aspectos fisiológicos y entender al ser humano como un conjunto de esferas que debemos potenciar y desarrollar desde las organizaciones como parte de los procesos de responsabilidad social corporativa.

 

Es momento de trabajar el autoliderazgo y desarrollarlo para poder generar riqueza socio-económica y bienestar social responsable.

 

Desde EUDE Busines School trabajamos en este modelo de autoliderazgo que permite desarrollar un liderazgo integrador en   cualquier posición dentro del Staff Organizacional   aplicable tanto para directivos como para el resto de las integrantes de la compañía.

 

Daniel Benjumea

Daniel Benjumea Aparicio

Docente en Habilidades Directivas en EUDE Business School.

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